GUERRA MENTAL.
Hackeando al humano.
El término hackear es básicamente dedicarse a programar de forma entusiasta.
Comúnmente el término es asociado a todo aquel experto de las tecnologías de
comunicación e información que utiliza sus conocimientos técnicos en
computación y programación para superar un problema, normalmente asociado a la
seguridad.
Actualmente, las grandes corporaciones, sean cuales sean, mediante nuestros
inofensivos smartphones consiguen tal cantidad de información sobre nosotros
que, ellos nos conocen más que nosotros mismos.
Tienen programas, perdón, softwares, dedicados a todo: Qué vemos, qué
escuchamos, por dónde vamos, qué días, a qué horas, qué escribes, cuáles son
tus necesidades, tus comentarios, tus amigos, qué compras, a qué juegas, con
quién hablas, etc.
Tu tienes un perfil, saben hasta el color de tus gallumbos y cuando vas al
baño. Tienes mujer, hijos, hipoteca, coche, conocen tu número de DNI, tu banco,
tu historial médico, tu ADN, tus propiedades y tus bienes. Todo, no hay límites
en esa recogida de información. Ah, hasta te pueden grabar la voz y en vídeo!!,
esté el smartphone abierto o apagado.
Con tal cantidad de información ¿Sabes a qué se dedican?.
Se dedican sobretodo a hackearte, es decir a programarte sin que te des cuenta,
como un sistema, como un ordenador que nadie sabe que está “pirateao”.
Las grandes empresas, estudian nuestro comportamiento y nuestra conducta
online, no solo las grandes empresas, también otros organismos más opacos.
Mientras tanto, los individuos hackeados, ignoran todos los cambios que se
producen en ellos a través del tiempo.
Para hackear tu mente, todo vale. Hace años que Tamara Bonaci, profesora
del Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática , de la Universidad de
Washington, anunció que mediante software introducidos en los juegos, tales
como el llamado Flappy Whale, son capaces de extraer secretamente
respuestas neuronales a imágenes subliminales en el juego, como logotipos,
restaurantes, automóviles, etc. Ahora, piratear los sentimientos y pensamientos
subyacentes de las personas sobre ver un restaurante de comida rápida no parece
que pueda causar mucho daño, pero esta tecnología tiene el potencial de
recopilar información mucho más íntima sobre una persona como su religión,
miedos, prejuicios, salud, etc. Después, mediante otro procedimiento que va,
desde enviarte mensajes subliminales, hasta información descaradamente fake van
modificando tu respuesta neuronal, sobre todo en el entorno ético y político.
Aunque aprovechar la inteligencia artificial para hacernos más inteligentes y
más eficientes sería genial, lo que se está haciendo es crear inteligencia
artificial que es mucho más inteligente y más poderosa que nosotros para
manipularnos, es de pesadilla.
Veamos, ¿Qué ocurre en nuestra mente, es decir, en nosotros, cuando vemos en la
Red una noticia como ésta, sea cierta o falsa (Cosa que no sabemos): “Una niña
de 18 años fue violada en grupo por un grupo de senegaleses, en la playa de
Buenavista, Málaga, ayer domingo por la noche” o “El lunes por la tarde fue
rescatada una patera en las aguas de la islas Canarias con 500 mujeres y niños
a bordo, la mayoría de las cuales estaban embarazadas” o “Un grupo de
inmigrantes africanos, lanzaron cócteles molotov a la policía en Madrid” ¿Qué
le ocurre a tu mente? “Un conductor de origen hispano, mató a una niña y a su
madre que la acompañaba al salirse de la carretera. Dio positivo en alcoholemia.”
Algunos de estos ejemplos son fake, otros son verdad pero, ¿Qué le ocurre a tu
mente?.
¿Qué le ocurre a tu mente? Cuando es bombardeada desde Youtube a diario.
No estoy hablando de implantar dispositivos tecnológicos en el cerebro (cosa
que ya llegará en su momento), estoy hablando del tratamiento de tus datos
privados y del ”implante” de información manipulada o no, en tu mente para
obtener una respuesta conveniente a sus intereses.
Existen además infinidad de derivadas en esa cuestión. Imagina que deseas
contratar una póliza de vida en una compañía X de seguros. Esa compañía puede
haber comprado tus datos médicos y ver que tu tienes una enfermedad coronaria o
que en tu ADN hay una predisposición a sufrir cáncer de colon. ¿Qué crees qué
ocurrirá?, pues esa compañía te rechazará o te pondrá un suplemento en la
póliza, lo mismo que ya ocurre a los que llegan a la edad de jubilación
actualmente.
Las posibilidades de hackearte son reales e infinitas y las consecuencias se
reducen a la manipulación de tu pensamiento. Hace unos días, consulté por
Google (ya no tan santo) un tema legislativo. Cuando volví abrir Google, me
inundaron con ofertas de empresas consultoras de abogacía... Me di cuenta que
yo también soy un zoombi.

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