LA SENDA DEL GUERRERO

miércoles, 25 de noviembre de 2020

 

LA BATALLA DE BUNKER HILL.



La batalla de Bunker Hill, una de las batallas más famosas y menos entendidas de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, tuvo lugar el 17 de junio de 1775, entre las fuerzas revolucionarias y las fuerzas británicas y forma parte del sitio de la ciudad de Boston, Massachusetts.

Boston estaba siendo asediada por miles de milicianos estadounidenses. Los británicos intentaban mantener el control de la ciudad y controlar su valioso puerto marítimo. Los británicos decidieron tomar dos colinas, Bunker Hill y Breed's Hill, para obtener una ventaja táctica. Las fuerzas estadounidenses se enteraron y fueron a defender las colinas.

Así que, el nombre de la batalla no es exactamente dónde ocurrió ésta. La batalla de Bunker Hill en realidad tuvo lugar principalmente en Breed's Hill. Es una especie de error gracioso de la Historia que pocos saben.

Los británicos, 2.400 soldados, fueron guiados colina arriba por el general William Howe, Quinto Vizconde Howe y miembro del parlamento (Cámara de los Comunes) por Nottingham.
Los generalatos estaban en manos de la nobleza, por supuesto.
Las tropas británicas estaban armadas con mosquetes y bayonetas. Los británicos tenían armas ligeras y fueron apoyados por las armas pesadas de la flota estacionada cerca del puerto.

Los estadounidenses, en un total de 1.500 milicianos fueron liderados por el coronel William Prescott, conocido por su orden a los soldados a causa de su escasa munición: “Do not fire until you see the whites of their eyes” - “No disparen hasta que vean el blanco de sus ojos”. Oye Jou... ¿esto no lo decía James Stewart en una peli contra los indios?)
Los estadounidenses estaban armados con mosquetes o cualquier arma de fuego que pudieran obtener, algunas bayonetas y algunas armas ligeras.



Las tropas estadounidenses comenzaron a construir un reducto en Breed's Hill.
La fortificación se completó por la mañana, después de una noche de trabajo frenético. La presencia de los estadounidenses en la península fue observada por el HMS Lively, que abrió fuego contra ellos.
Mientras, los estadounidenses extendieron sus fortificaciones desde el reducto hasta la orilla del mar, para evitar un ataque por el flanco.
Más tropas estadounidenses se reunieron en Bunker Hill, pero pocas de ellas pudieron ser persuadidas para avanzar a las posiciones de avance en Breed's Hill.

Howe, el vizconde, desembarcó con horgullo y con su fuerza en la costa sur de la península, dirigió a la infantería ligera para atacar la sección de la línea estadounidense en la orilla del mar.
La columna de infantería ligera británica fue repelida con grandes bajas. El general Howe, herido en su orgullo, lanzó un asalto frontal al reducto con el cuerpo principal de sus tropas.
Este ataque fue rechazado con grandes pérdidas, a pesar de la escasez estadounidense de municiones.

Ahora viene la explicación para que sirven los famosos “Círculos de calidad total” japoneses, derivada del Bushido, para que no ocurra esto (por ejemplo):
Los ataques deberían haber sido precedidos por un bombardeo de la artillería de campo británica, pero se descubrió que las armas de 6 libras habían sido suministradas con bolas de 12 libras.

Un segundo ataque británico fue lanzado a lo largo de los atrincheramientos estadounidenses y fue nuevamente rechazado con grandes pérdidas.
Se realizó un ataque final, concentrándose en el centro de la posición estadounidense. La munición estadounidense estaba casi agotada [ Aquí es cuando se gritó aquello decía James Stewart: Oye Jou, no dispares hasta...] y este asalto final, obligó a los estadounidenses a retirarse y abandonar la península. No fueron perseguidos.

Vale, esto es lo que ocurre cuando los que mandan (Coroneles, generales, directores de empresas, etc) se empecinan en dar batalla con ataques frontales, contra una “competencia” bien atrincherada. El resultado es el desastre, una carnicería, un derroche de recursos mal empleados.

El final de la historia de esta batalla es que los estadounidenses perdieron. Si, abandonar la colina es perder... para ellos habían demasiados blancos de ojo donde disparar, demasiados “casacas rojas”.
La concentración de fuerzas. tres a uno era demasiado. Matemáticamente hablando, con munición a tope y según Clausewitz, los estadounidenses, hubieron podido vencer.
Otro error fue que los británicos no los persiguieron. Según Sun Tzu, hay que perseguir al enemigo hasta la total extinción.

Hoy en día, el que ocupa la colina es la marca que el consumidor tiene en la cabeza...y cuál es esa marca, pues es bien claro, la que tu pides señalando otra más barata...Dame un “Clinex”, dame un “Mistol”, dame una “Cocacola”, dame una "Estrella" y no consumes ninguna de esas, compras otra. Como hoy en día somos más maquiavélicos [Por cierto, tengo que hablar de él y de su fantástico libro]. Es decir, que tenemos más mala leche... hoy compramos la colina cuando las acciones de esas empresas bajan, o sea, le tiramos la “Bomba Atómica”...la Opa, una oferta para adquirir más del 25% de una sociedad y como el consejo de administración tiene menos del 25%, los jodemos, ya no pueden hacer lo que quieran...o la de Hidrógeno, nos quedamos con su deuta...¿Lo vais pillando?.

 


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